Pese a las dificultades para cumplir con todas las actividades curriculares previstas, la Escuela de Jazz a la Calle logró culminar el año con más de 200 alumnos y en las próximas semanas se comunicará la apertura de reinscripciones e inscripciones.
El director Juani Méndez señaló que “teniendo en cuenta la coyuntura que nos presentó este año podemos decir que el saldo al cierre de las actividades ha sido positivo, máxime teniendo en cuenta que la presencialidad fue menor a seis meses y durante el resto del tiempo existió una muy buena disponibilidad por todo el cuerpo docente de la escuela de asumir la posibilidad de hacer videos y la buena disposición de los estudiantes de buscar todos los medios para verlos, estar al tanto de las clases, más allá de las distancias que nos impuso la cuarentena”.
¿Aprender música a distancia se complica o se hace más simple con la tecnología actual?
“El problema que plantea la virtualidad es el tiempo que se debe disponer. Más allá que la tecnología acorta las distancias, porque podes estar trabajando desde tu lugar con otros que están en sus casas, en definitiva se hace todo más lento. En una clase presencial normalmente tenemos entre 10 a 12 alumnos, mientras que esto en una situación virtual se complica y requiere un comportamiento individual muy ordenado de los participantes. Si hablamos todos a la vez en una videoconferencia, no se entiende nada, mientras que en la presencialidad de esto ocurre se hace más fácil de comprender.
Nosotros hicimos videos que subimos a nuestro canal de Youtube, que era de acceso exclusivo para los estudiantes y sin dudas que esto funcionó mejor con aquellos que ya venían matriculados en los cursos, que con los nuevos.
Esto nos ha llevado a que debemos estudiar cómo llegar a todos mejor, pero también debemos tener en cuenta que hubo problemas de índole financiero que no nos permitió tener a todo el plantel docente a nuestro lado, ya que algunos debieron ser enviados a seguro de paro. Ello nos llevó a que no se pudo cumplir una clase virtual en forma individual, dado que no teníamos los recursos humanos necesarios. Debemos entonces capitalizar el aprendizaje, todas las cosas buenas y todos los inconvenientes que fuimos teniendo, porque sabemos que esto nos puede pasar y hay que estar preparados para adaptarnos a las situaciones que se nos puedan presentar.
Debemos valorar cómo el Movimiento se puso al hombro la situación, sacamos adelante la Escuela y cuando volvimos a la presencialidad seguimos utilizando los videos que nos sirvió como un gran insumo. Vimos la buena voluntad de todos, la garra y ese deseo de salir adelante pese a todo.
Más de 200 estudiantes culminaron los cursos y máxime si se tiene en cuenta que la comisión directiva tuvo que resolver a mitad de año, pedirles a los padres de los alumnos una mínima cuota mensual como forma de hacer frente a costos que no se podían cubrir.
Tenemos muchas expectativas para el próximo año, esperamos que el panorama sea mejor y debido a la situación de pandemia tampoco se pudo hacer el cierre musical tradicional, porque lo evaluamos de todas formas y se quiso evitar la aglomeración de público. Aquí debemos agradecer a la Dirección de Cultura de la Intendencia y a la Dirección de Salud, porque con ambos estuvimos trabajando para planificar de alguna manera el cierre pero, las condiciones no están dadas.
Los interesados en ser parte de la Escuela de Jazz deben estar atentos porque en próximos días estaremos llamando a reinscripciones y de acuerdo a los lugares que nos queden, inscribiremos a quienes deseen ser parte de la propuesta”.